Los Abyss Beckoners son poderosos, pero tienen un gran inconveniente. Aquí te explicamos cómo usarlos con eficacia en Baldur's Gate 3.
En Baldur's Gate 3 puedes conseguir objetos únicos y extraños. Objetos que te proporcionan habilidades increíblemente útiles y otros que simplemente hacen que tu estancia en el juego sea un poco más extraña. Siempre que uno de ellos te ofrezca alguna habilidad poderosa, puedes estar seguro de que hay algo más que hace para ayudar a equilibrar ese poder.
Cuando encuentres a los Abyss Beckoners, vas a descubrir una de esas decisiones que te hacen decidir si su poder va a merecer la pena para ti y tu personaje. Ofrecen un extraño dilema cuando se trata de sus capacidades, y aunque sin duda pueden cambiar el rumbo de una batalla, querrás decidir si vale la pena el riesgo de salirse de control.
La mejor forma de usar los Abyss Beckoners
Verás, los Abyss Beckoners son un tipo de Guantes Muy Raros que puedes encontrar en el Escondite Zhentarim en una habitación cerrada a un lado. Al recogerlos, puedes leer qué es exactamente lo que hacen, y se reduce a esto:
Los Abyss Beckoners hacen que la invocación del portador se vuelva resistente a todos los efectos excepto al daño Psíquico. Sin embargo, al principio de cada turno, la invocación tendrá que superar una tirada de salvación de Sabiduría. Si falla, enloquecerá y atacará al objetivo más cercano. Y esto puede ocurrir incluso fuera de combate.
Esto significa que no sólo atacará a los enemigos cuando esté enloquecido, sino también a aliados, inocentes y demás. Puede desbocarse y causar mucho daño involuntario. Puedes estar paseando por la ciudad, sin luchar contra nadie, y de repente tu invocación está masacrando a todo el que se cruza en tu camino.
Esto significa que tienes que encontrar la forma de hacer que merezcan la pena.
El truco de los Abyss Beckoners es que puedes desactivar las tiradas de salvación de sabiduría quitándote los Guantes siempre que no estés en combate, así que no tendrás que preocuparte de que la Invocación se vuelva loca de repente. Una vez que entres en combate y te pongas los Guantes, el truco consiste en poner a tu Invocación en medio de los enemigos y hacer que tus aliados se alejen. Lo más probable es que tengas tiempo para hacer esto y, una vez hecho, si la invocación se vuelve loca, irá a por los enemigos que tenga más cerca en lugar de a por los que quieras mantener con vida.
Una vez finalizado el combate, vuelve a quitarte los guantes. Por supuesto, quitárselos y ponérselos constantemente puede ser un poco molesto, pero merece la pena para cualquiera que quiera reforzar sus invocaciones.
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